Los Registros Akáshicos corresponderían a una suma de todos los acontecimientos, pensamientos, palabras, emociones e intenciones universales (la información universal) del pasado, en el presente o en el futuro, en lo que respecta a todas las entidades y formas de vida, no solamente la humana.

Akasha es la palabra en sánscrito significa ‘éter‘, ‘espacio‘ o ‘cielo‘.

Los tus registros están custodiados por unos guardianes que solo la resonancia de tu nombre completo deja la puerta abierta a toda tu existencia. ¿Estás dispuesto a ver desde tu corazón, desde la fuente? ¿Estás dispuesto a saber todo origen de lo que desees preguntar?

Así con esas preguntas me dejo a mi toda responsabilidad, yo decido, si escarbo en esos archivos o si me levanto y lo olvido. Yo soy el que ha de decidir.

La miro con la intención de ver algún retazo de respuesta. Solo consigo decir: ¿tú en mi posición que harías? Salir corriendo, no mirar atrás, vivir la vida como hasta ahora, conformarme con lo inerte, insípida y con todos los dramas que sé, que están ahí presentes. Eso haría, me quejaría todos los días, dejaría que las decisiones que tome con relación a mi vida sea en beneficio de terceros, seguiría los consejos de otros por temor a no enfadarlos, pasaría todas las horas de mi vida en un trabajo que solo me aporta una nómina que a duras penas me aporte para todos los créditos que ido sacando para cubrir necesidades básicas de la familia, soñaría con esas vacaciones o esa jubilación que parece no llegar, así dando por terminado un ciclo de tortura laboral.

Moriría lamentándome por no atreverme hacer eso que tanto me apasionaba, pintar, construir mueble, escribir, o bailar… si eso haría yo. También me quedaría con esa persona que jura amarme y que a cada oportunidad me deja en ridículo con unos supuestos amigos. Que voy hacer si no deseo quedarme solo. Me acostumbraría a ser el hazmerreír de mis hijos por verme sumido en una depresión por no darles o, a portales lo que yo desee para a esa edad. Es lo que hay, es lo que me dio la vida. Eso es lo yo diría todos los días, para poder consolarme.

Yo tome mi decisión en su momento, y me he mantenido en ese rumbo, he cruzado todos los obstáculos, he visto y repetido los mismos paisajes, he transitados varias veces con las mismas personas, y por supuesto me he despellejado las rodillas en muchas ocasiones. Pero en todas las circunstancias que he vivido sé que fue mi decisión. Es un antes y un después.

Tan solo te diré. Nada pasa por casualidad. Todo tiene un propósito. Solo tú podrás encontrar el tuyo ante esta decisión.

¿Qué es lo que vas a decidir?

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